15 Feb
15Feb

Contexto Sociocultural de la Edad Media

Dejemos esto claro: la Edad Media es un período de extensión desmesurada. Por eso, el historiador francés Jacques Le Goff la definía como un “monstruo cronológico”. Según la convención arraigada entre los historiadores, abarca desde el hundimiento del Imperio romano en el año 476 d. C. hasta la caída de Constantinopla en 1453. Si se quiere, el punto y final de la etapa se puede colocar, también, en 1492, con el descubrimiento de América. Eso sí: siempre en Europa. Porque hablar de una Edad Medieval en India o en China carece de sentido.

El antiguo Imperio romano de Occidente se dividió entre distintos pueblos germánicos que ocuparon, a grandes rasgos, lo que hoy son naciones modernas. Los ostrogodos se establecieron en Italia. En Francia, los merovingios. Los visigodos, a su vez, ocuparon España. Mientras tanto, el este de Europa permaneció en manos del Imperio bizantino, o Imperio romano de Oriente.

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Primero una pequeña Introducción

La nobleza estaba constituida  mayoritariamente por los dueños de las tierras. Dentro de la nobleza había diferentes rangos.

Los más importantes eran los magnates (marqueses, condes y duques). Eran los propietarios de las grandes extinciones de tierras.

Un segundo rango son los nobles (vizcondes, barones,…) señoreaban extensiones de tierras más pequeñas.

Un tercero rango estaba formado por los caballeros. Estos, poseían solamente un caballo y un arnés (armas, armadura…). Los caballeros vivían en un noble de rango superior y constituían la guardia personal.

Los nobles vivían en el castillo y su ocupación principal era la caza. A menudo, hacían guerras contra otras nobles o se entrenaban en violentos torneos. Los castillos medievales se limitaban a una torre rodeada por una muralla.

Los nobles habitaban en castillos fortificados, rodeados de los campos donde vivían sus vasallos, y generalmente cerrados por puentes levadizos.

La alta nobleza, formada por condes (gobernadores de las comarcas), duques (8 herederos de los gobernadores militares) y marqueses (que gobernaban en las marcas o fronteras) fueron aquellos que durante la Edad Media, se convirtieron en vasallos directos del rey, y grandes señores feudales de los campesinos que se convirtieron en sus vasallos, mientras ellos se ocupaban de pelear en defensa de sus reinos. 


                    Solo representaban solo el 3 % de la población total.


En tiempos de paz, su vida rutinaria, aburrida y ociosa, se matizaba con actividades de cacería, pesca, y combates con espadas, en torneos. Muchos jóvenes nobles en la Edad Media ingresaron a la orden de los Caballeros, y otros formaron parte de la nobleza cortesana.

                          Recordemos...   ¿Dónde habitaban los nobles?

Los nobles habitaban en castillos fortificados, rodeados de los campos donde vivían sus vasallos, y generalmente cerrados por puentes levadizos.


Etimológicamente la palabra noble, proviene del latían nobilis, persona que se destaca por sus virtudes.
Casi todas las sociedades del mundo hasta la Revolución Francesa, consideraron la existencia de categorías de personas que las hacían sobresalir del común de la población y ser merecedoras de reconocimientos y concesiones.
Nobleza era sinónimo de privilegios y de pertenecer a un orden social diferenciado y jerárquicamente superior, independientemente de las riquezas que se tuviera
.

El campesinado constituía la mayor parte de la población. Los campesinos trabajaban duramente la tierra des de que salía el sol hasta la puesta, y su vida era monótona. La mayoría de conreos eran de secano (trigo, cebada, centeno y avena) y legumbres (judías, garbanzos y lentejas). Estos productos constituían la base de la alimentación. También se cultivaba la viña y la olivera, juntamente con algunos fruteros (manzanos, nogales, cerezos, higueras…). En la orilla de los arroyos se conreaban ajos, cebollas, coles y otras hortalizas.

La ganadería era un buen complemento de la agricultura. Los bienes, a más, proporcionaban lana, materia primera per elaborar los vestidos.

La faena de filar (obtener hilo de lana de la oveja) era realizada sobretodos por las chicas. Por las imágenes de la época podemos deducir que las mujeres también tenían cura de la casa y compartían con los hombres algunas faenas duras del campo.

El campesinado medieval se puede dividir en tres grandes grupos:

-Los aloers (que poseían un alodio o parcela) eran libres.

-Los campesinos de remensa y los “serfs”, que estaban ligados a la tierra y no la podían abandonar sin ningún permiso del seños, o si no pagaban dinero. (la remensa)

-Los esclavos.

A partir de la caída del Imperio Romano el único enlace a Europa occidental era la religión cristiana. De acuerdo con esta creencia todas las personas bautizadas formaban una gran asamblea: la iglesia, que era dirigida por el obispo de Roma (el papa).

La Clerecía:

La iglesia disponía de una doble red formada, de una banda, por los obispos y, por la otra, los monasterios.

Los monasterios aplegaban comunidades de hombres o de mujeres (monjes o monjas) dedicados al trabajo y la oración,  debajo la autoridad del abad o abadesa de acuerdo con unas normas, que constituían la regla.

La faena de los monjes podía ser manual (en el campo) o bien intelectual (a la biblioteca, donde se dedicaban a copiar y escribir libros).


Comencemos por conocer las clases Sociales con un Juego

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Tiempo de cruzadas

La situación en el Mediterráneo experimentó una brusca alteración con la irrupción, en el siglo VII, del Imperio musulmán. Desde la lejana Arabia, los fieles de la religión predicada por Mahoma conquistaron un territorio que se extendía desde la península ibérica hasta la India. El conflicto entre la cruz y la media luna alcanzaría su cúspide en la Edad Media a partir de 1099, con la primera de ocho cruzadas. Para los cristianos de la época, recuperar Jerusalén constituía una obligación religiosa en absoluto incompatible con otras motivaciones más terrenales. Fue precisamente para asegurar la protección de Tierra Santa que apareció la orden del Temple, integrada por miembros que eran una mezcla de monje y soldado. Sin embargo, tras la caída en 1291 de San Juan de Acre, el último bastión cristiano en Oriente, su existencia ya no tuvo razón de ser. Su dramático final, tras una enconada persecución desatada por el rey de Francia, contribuyó al aura legendaria que les rodea hasta el día de hoy.

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Mapa de la Europa Feudal

Un entorno feudal

El tránsito de la Antigüedad al Medievo había supuesto cambios a distintos niveles. El modo de producción esclavista fue sustituido por el feudalismo, sistema basado en la obediencia de los vasallos al señor, al que debían satisfacer diversas prestaciones. En forma, por ejemplo, de trabajo. De esta forma, el antiguo mundo romano, basado en la ciudadanía, desapareció en beneficio de la división estamental. Los nobles se dedicaban a defender a la colectividad, los sacerdotes se consagraban a rezar para conseguir la protección divina y el pueblo llano se ocupaba de asuntos más pedestres, los relacionados con las tareas manuales. Los diversos oficios darían lugar a los gremios, asociaciones de ayuda mutua a las que era obligatorio pertenecer para ejercer una profesión. A la categoría superior, la de maestro, podían acceder los aprendices después de un examen que se veía muy facilitado si el aspirante tenía los oportunos contactos.

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Entre el cielo y la tierra

Se ha insistido en que, en el terreno cultural, la vieja cultura grecolatina se vio sobrepasada por la hegemonía del cristianismo, con su visión teocéntrica del mundo. Pero esta es una visión simplista de la Edad Media. Teólogos como Tomás de Aquino se esforzaron en conciliar los postulados de la fe con los de la razón, a través de su propia lectura de los clásicos, de Aristóteles en especial.

La hegemonía cristiana en el Medievo se expresó, en ocasiones, a través del poder político, social y económico del clero. Por eso, a lo largo de los siglos, se sucedieron los movimientos que buscaban recuperar la esencia del cristianismo primitivo, basado en la austeridad. Algunos de estos intentos se dieron en el marco del catolicismo: ese fue el caso de la orden benedictina y, más tarde, de las de Cluny y el Císter. De esta forma, los monasterios se convirtieron en un elemento característico del paisaje medieval.

Otros, en cambio, se atrevieron a desafiar la ortodoxia eclesiástica. Surgieron entonces diversas herejías. Hoy recordamos, sobre todo, a los cátaros, que se extendieron por el sur de la actual Francia hasta el siglo XIII. Su doctrina se basaba en el puritanismo moral y un intenso ascetismo. La Inquisición, bajo la autoridad de los obispos locales, se ocupó de someterles a una implacable persecución.

La Edad Media también asistió al conflicto entre el poder religioso y el poder político. En un principio, pareció que el primero llevaba las de ganar. Gregorio VII incluso se permitió el lujo de excomulgar al emperador del Sacro Imperio, Enrique IV, obligado a hacer penitencia para recuperar su trono. Como líder religioso, el pontífice no pudo negarse a otorgarle su perdón. En adelante, los monarcas de los diversos estados lucharían por afianzar su autoridad frente a la Iglesia. El éxito les acompañó, como demuestra la humillación que sufrió otro papa, Bonifacio VIII, cuando los representantes del rey de Francia se atrevieron a abofetearle en 1303.

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La era de las catedrales

En el terreno del arte, asistimos al florecimiento del Románico y del Gótico. Las catedrales de este último estilo, con sus extraordinarias dimensiones para la época y su gran luminosidad, se convertirían en símbolo de una etapa que ha sido vista como “la Edad de la Fe”, en contraposición a la progresiva secularización que se impondría más tarde. No obstante, ¿hasta qué punto se ajusta esta denominación a la realidad? Las crónicas escritas por los religiosos nos dan a entender que la fe era muy importante para el hombre de la época, pero apenas podemos sospechar lo que pensaba el hombre de a pie.

Hablamos de un tiempo que fue, como señala Le Goff, de luz y oscuridad a la vez. Los señores feudales promovían luchas intestinas desde sus castillos, imponentes fortalezas que no era fácil tomar antes de la introducción de la pólvora. Junto a la violencia física, había que tener muy en cuenta catástrofes periódicas como las hambrunas o las epidemias. La de peste negra, en 1348, provocó innumerables víctimas: entre un tercio y más de la mitad de la población europea. Fue lo más parecido a la llegada del Apocalipsis.


Preludio del Renacimiento

Se acostumbra a suponer que el medievo finaliza en el siglo XV, pero antes hay un período previo que ya anuncia las transformaciones del Renacimiento. La poesía de Dante y Petrarca, así como la pintura de Giotto, por ejemplo, prefiguran el esplendor artístico y literario del mundo de los humanistas. Por otra parte, la inmersión en la modernidad también vendrá de la mano de los extraordinarios descubrimientos geográficos que protagonizan portugueses y castellanos. Es entonces cuando surge el concepto de “Edad Media” como un tiempo de oscuridad entre la Antigüedad clásica y su recuperación. Se trata, por tanto, de una denominación posterior a los hechos. A ningún individuo del siglo VII o del XII se le habría ocurrido nunca definirse a sí mismo como “medieval”.

El viajante de comercio Gregorio Samsa se despierta una mañana convertido en un monstruoso insecto. Ha sufrido una transformación: así es como se ha traducido otras veces el título de esta obra, que también puede traducirse por cambio, conversión, mutación...

La familia de Gregorio Samsa, sus padres y su hermana,  se van apartando cada vez más de un ser que les resulta repugnante. Gregorio queda confinado en su habitación, y solo su hermana entra en ella para alimentarlo.

Las dificultades económicas cercan a la familia, pues Gregorio era quien les mantenía. Se ven obligados a trabajar y a alquilar habitaciones a tres huéspedes. Una noche Gregorio se muestra ante los huéspedes, que se indignan y abandonan la casa sin pagar.

Desde su cuarto, Gregorio oye los comentarios de su familia: la situación se les ha hecho insoportable. Por la mañana, la criada encuentra a Gregorio muerto. La familia, aliviada, se muda de casa y comienza una nueva vida.

http://elblogdegramatica.blogspot.com/2013/08/origenes-del-castellano-y-lenguas-que.html

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